martes, 29 de mayo de 2012

Nessie, el famoso monstruo del lago Ness





Hemos dedicado un post ya al monstruo marino Leviatán, sin embargo, no podríamos pasar por alto la tan arriagada leyenda de la bella tierra de Escocia: una criatura que, muchos aseguran, haber visto en las inmediaciones del gran Lago Ness o Loch Ness. Hablaremos hoy de este impactante tema.

A Nessie, como se le conoce cariñosamente al monstruo, la historia lo recoge desde el siglo VI, pero cada cierto tiempo un grupo de investigadores recorre los 40 kilómetros de largo que tiene el lago en una cuidadosa búsqueda que confirme la leyenda. 

Los testigos oculares relatan que el monstruo tiene un color rojo oscuro, piel lisa y que mide entre ocho y nueve metros de longitud. Con estas descripciones algunos científicos piensan que puede tratarse de un plesiosaurio, una especie de dinosaurio marino.

Una vieja leyenda cuenta que un misionero (San Columbano) fue el primero en dar fe de un encuentro con el monstruo. Desde ese momento y hasta la fecha, miles de personas comentan sorprendidos sus encuentros con Nessie.

Unos, lo han divisado mientras transitaban por la carretera que bordea el lago, otros, desde el castillo de Urquhart situado en una de sus orillas. En algunos avistamientos los curiosos han tomado fotos, algunas de ellas reveladoras de siluetas extrañas en la superficie, mientras que otras no muestran nada importante.

A pesar de que existen varias imágenes, ninguna es lo suficientemente clara y concluyente sobre la bestia marina, y aunque hay muchos encuentros reportados, no se tiene noticias de ataques a seres humanos.

Las características del Lago Ness



El lago es un alargado canal de agua que se extiende por 40 kilómetros. Sus aguas son ligeramente cálidas en la superficie y muy frías a medida en que se desciende. Las montañas le bordean con acantilados que proyectan una imponente sombra sobre las aguas. Hay sitios en que a pocos metros de la orilla la profundidad llega a los 200 metros, lo que hace de difícil la investigación.

Una teoría que defienden los creyentes de Nessie, es que el lago tiene profundos canales subterráneos que lo comunican con el mar, por los que los supuestos monstruos entran y salen a su antojo, justificando así las largas ausencias entre sus apariciones.

La superficie del lago está casi siempre tranquila, por lo que esta ausencia de olas hace más fácil la observación, y también la confusión, pues un pequeño tronco de árbol movido por una ligera brisa, puede crear una ola con su consecuente efecto óptico para que todo el mundo piense que ha visto a Nessie "echando un vistazo".

Dudas razonables robre Nessie


La psicóloga Susan Blackmore, quien recorrió las orillas del lago, lo percibió a primera vista como amenazante, con aguas tan negras capaces de infundir temor. Para ella está claro que la gente maneja la posibilidad y la esperanza de poder ver algo en la superficie, por lo que cualquier movimiento de olas es achacado a la presencia del monstruo. La tensión y los deseos de un ser testigo excepcional de avistamiento, pueden conducir a confundir una realidad con la ficción, asegura la psicóloga.

Pero la lógica de otros científicos funciona sobre la base de la alimentación. Por lo que plantean preguntas claves.

Si Nessie pertenece a la época de los dinosaurios, entonces ha tenido que reproducirse por miles de años, por lo que existiría más de uno.

Para mantenerse vivos, la supuesta manada tendría que devorar grandes toneladas de peces que no existen en el lago.

En las grandes profundidades, es un misterio el tipo de pez que le sirve de alimento. Pues se cree que los organismos microscópicos que habitan en una oscuridad total en el fondo del lago, no serían suficientes para alimentar un cuerpo que pesaría cientos de kilogramos.

La famosa foto

La foto más famosa de Nessie se afirma fue tomada en 1934, y por mucho tiempo se consideró la prueba más contundente de la existencia del monstruo. Sin embargo, en 1994 poco antes de fallecer una de las personas involucradas en la histórica foto, confesó que se trataba de un fraude. El supuesto monstruo no era más que un muñeco bien confeccionado situado encima de un flotador. Al parecer la burla se inició por la venganza de un periodista a sus colegas por haber sido despedido de su trabajo.

Sesenta años después de conocerse el truco, la credibilidad de Nessie sufrió un duro golpe. Aun así, para los escoceses, quienes reciben una entrada considerable de dinero por concepto de turismo, la presencia de las aguas negras en el misterioso lago sigue siendo su principal aliada para que la gente, crédula o no, siga llevando a través del tiempo la leyenda del monstruo más famoso de Escocia.


Espero que haya sido de tu agrado mi post...

jueves, 24 de mayo de 2012

Un post dedicado a los Chupasangre...



ESTE ES EL MITO QUE EN CASO DE SER CIERTO, INICIARÍA LA ERA VAMPÍRICA:

Había una época en Egipto antiguo en donde los seres humanos entraron en una conspiración para derrocar a los dioses. Blasphemed contra el Ra, rey de dioses y de los hombres, y los magos buscaban la manera de derrotar a los dioses, usando sus fuerzas los dioses habían dado a los hombres objetos y tierras para que prosperaran.  Ra, al oír hablar de las intenciones de los humanos, se reunió con el resto de los dioses, y ellos aconsejaron que llamara a Sekhmet, la fuerza contra la cual ninguna otra fuerza sirve, para que se manifestara en la tierra y calmara la rebelión. Sekhmet se manifestaría y castigaría todos los que habían sostenido la rebelión contra los dioses. Luego Sekhmet caminó entre hombres y los destruyó y bebió su sangre. 

Una noche después de que Sekhmet había bebido la sangre y rasgado los cuerpos de los humanos, los dioses decidieron que la matanza había sido suficiente y que debía parar, pero los dioses no encontraban manera de parar la matanza , ya que Sekhmet había bebido toda la sangre de los revolucionarios. Mientras que continuó la carnicería, los dioses reconocieron que Sekhmet, y su rabia por la intoxicación hacia aun peor la matanza, y sabían que no pararía hasta que la vida humana se extinguiera. Entonces Ra que había traído ciertas plantas colosales de la familia de la Solanaceae y que de ella se pueden elaborar drogas muy potentes para alterar la mente. Esa planta, y posiblemente también opio o cáñamo, fueron enviados al dios Sekti en Heliopolis. 


Sekti agregó estas drogas a una mezcla de cerveza y sangre humana, llenando siete mil grandes jarros de la sustancia. Los jarros fueron llevados a un lugar donde Sekhmet pasaría y se vertió sobre la tierra, inundando los campos. Y cuando Sekhmet vino a estos campos y percibió lo que ella pensó que era sangre, ella se regocijo y bebió todo el líquido. Entonces " su corazón fue llenado de alegría, " su mente fue cambiada, y ella no pensó más en destruir. Después de eso, Ra trató a Sekhmet como si las matanzas no lo hubieran molestado, elogiando la belleza y el encanto de la diosa.

Las leyendas de vampiros se originaron de este a oeste en compañía de las caravanas a lo largo de la ruta de la seda por el Mediterráneo. De allí se extendieron a Asia y luego a las tierras Eslavas y los Cárpatos. Los mitos estaban originalmente más estrechamente asociados con Irán, entonces emigraron alrededor del siglo VIII, a donde están ahora. Casi en cuanto llegaron, el proceso de cristianización empezó y las leyendas de vampiros sobrevivieron como mitos. Más tarde los Gitanos emigraron desde norte hacia el oeste de la India (donde tienen varios mitos de vampiros), ya allí sus mitos se mezclaron con los del pueblo Eslavo. Los Gitanos llegaron a Transilvania brevemente antes de que Vlad Tepes Drácula naciera en 1431. El vampiro aquí era el fantasma de una persona muerta, que en la mayoría de casos habían sido una bruja, mago etc.


Se tiene miedo a los vampiros, porque ellos matan personas pero al mismo tiempo se parecen a ellas. Pero hay ciertas cosas que los diferencian de un ser vivo, no puede proyectar ningún tipo de sombra ni se puede reflejar en ningún espejo. Además los vampiros pueden cambiar de forma, como por ejemplo la de un murciélago y eso lo hace sumamente difícil de capturar. Al empezar un nuevo día los vampiros tienen que dormir en sus ataúdes por que los rayos del sol los matarían, pero por la noche despiertan sedientos de sangre. La forma más común de nutrirse es atravesar por una ventana, en forma de murciélago y entonces morder a la víctima en el cuello y succionarle toda la sangre. Los vampiros no pueden entrar a una casa sin ser invitados, pero en cuanto tienen el permiso, pueden entrar tan a menudo como ellos quieran. El vampiro no es peligroso solo porque mata a las personas sino porque sus víctimas después de muertas se convierten en vampiros. El lado mas fuerte de los vampiros es que son casi inmortales, sólo algunos ritos muy especiales poden matarlos tal como: poner una estaca en su corazón, cortar su cabeza o quemar su cuerpo.

                                                                     HABILIDADES



Transformación: La mayoría de vampiros tienen la habilidad de transformarse en un animal, que normalmente es un murciélago, rata, lobo, araña o cuervo. Muchos vampiros pueden transformar aun su cuerpo en una nube de niebla. También pueden transformarse en animales de apariencia domestica, como cerdos, caballos o perros. 

Energía: Otra habilidad típicamente entre vampiros es la energía y sentidos humanos mas agudos. La habilidad de la energía consiste en lanzar impulsos para mover objetos o humanos, abrir puertas, etc. También pueden destrozar cuerpos con la constricción (anillo energético que comprime la víctima). 

Dominio: Esta es la habilidad más rara de estas tres. La habilidad de convocar y dominar diferentes tipos de animales que principalmente serían los mismos en que se convierte. Los más comunes son el murciélago y en segundo lugar el lobo. 

El Ataúd: Casi todos los vampiros tienen que dormir en su ataúd durante el día. Originalmente se hizo el ataúd, para que los animales no excavaran arriba el cuerpo. Además, al viajar (sólo en algunas razas) el vampiro debe llevar tierra de su lugar de origen. 

Luz del sol: Casi todos los vampiros son muy sensibles a los rayos solares, muchos son debilitados por ellos y los daña, depende de la especie, pero puede llegar a matarlos. En la novela de Bram Stoker "Drácula" no era afectado tan fuertemente por la luz del sol, pero mermaba sus poderes. 

Símbolos religiosos: En la mayoría de los casos el símbolo no basta para dañar a un vampiro, para que surta efecto, el portador de el símbolo, tal como la cruz cristiana, debe tener fe en el símbolo. De otra forma no surtirá efecto. A veces el símbolo no hace falta que sea religioso. 

Reflejo: Los Vampiros no se pueden reflejar en espejos. La razón es que dado que los vampiros están muertos no tienen alma consecuencia, no pueden reflejarse en los espejos. Más tarde da lugar a la creencia de que los vampiros no aparecen en las fotos. Se puede matar un vampiro por ponerlo directamente entre dos espejos, atravesando su alma. 

Agua corriente : Los vampiros no pueden cruzar el agua en movimiento tales como ríos. 


Espero que haya sido de tu agrado mi ensangrentado post... Te mando un cordial mordisco... 

miércoles, 9 de mayo de 2012

Un caso de Licantropía



“La primera vez que me transformé fue en la montaña de Couso. Me encontré con dos lobos grandes con aspecto feroz. De pronto, me caí al suelo, comencé a sentir convulsiones, me revolqué tres veces sin control y a los pocos segundos yo mismo era un lobo. Estuve cinco días merodeando con los otros dos, hasta que volví a recuperar mi cuerpo. El que usted ve ahora, señor juez. Los otros dos lobos venían conmigo, que yo creía que también eran lobos, se cambiaron a forma humana. Eran dos valencianos. Uno se llamaba Antonio y el otro Don Genaro. Y también sufrían una maldición como la mía. Durante mucho tiempo salí como lobo con Antonio y Don Genaro. Atacamos y nos comimos a varias personas porque teníamos hambre.” 

Manuel Blanco Romasanta, CAUSA Nº 1778: CAUSA CONTRA HOMBRE LOBO, JUZGADOS DE ALLARIZ (ORENSE) 

La licantropía es la mitológica habilidad o poder que tiene un ser humano para transformarse en lobo o licántropo. El término «licantropía» viene del griego antiguo lykánthropos (λυκάνθρωπος): λύκος, lýkos ('lobo') + άνθρωπος,ánthrōpos ('hombre'). La palabra también se puede utilizar para referirse al acto de transformar a otro humano en lobo. La licantropía es un fenómeno psíquico que afecta la conducta del individuo y produce cambios morfogenéticos del DNA, los cuales integran la perdidad de la razón y las facultades del alma. Puede controlarse pero no erradicarse con un suero de plata.

La etimología folclórica también conecta la palabra a Licaón, rey de Arcadia, quién, de acuerdo al poema de Ovidio Metamorfosis, fue convertido en un lobo rabioso como respuesta al intento de servir carne humana, la de su propio hijo, en la visita de Zeus para refutar o desaprobar la divinidad del dios.

También hay una enfermedad mental llamada licantropía, en la cual el paciente cree que es o que se ha transformado en un animal y se comporta de acuerdo a ello. Muchas veces se refiere al tema como «licantropía clínica» para distinguirse del uso de «licantropía mitológica».


Hablaremos hoy de un caso documentado de licantropía clínica en España.

Manuel Blanco Romasanta (aldea de Regueiro, Esgos, 18 de noviembre de 1809 - † Ceuta, 14 de diciembre de 1863) fue un psicópata criminal gallego y único caso documentado de licantropía clínica (refiriéndose a la enfermedad mental, no al ser mitológico) en España que llegó a cometer varios crímenes en el siglo XIX. También es considerado ser origen de la leyenda del Hombre del Saco o Sacamantecas.

Manuel Blanco Romasanta es considerado, por sus crímenes y por la alarma social que llegó a causar, el primer asesino en serie español. Romasanta poseía un físico peculiar, pues era muy bajito aunque era un hombre atractivo con un poblado bigote. Su caso es curioso porque la justicia española lo reconoció como hombre lobo.

Romasanta se ofrecía en su medio rural para acompañar a sus convecinos, con la excusa de que los iba a colocar a servir en buenas casas, o les esperaba escondido en el bosque para asaltarles. La mayor parte de sus víctimas fueron mujeres y niños. Era buhonero y viajaba de aldea en aldea para vender sus mercancías. 

Mataba a sus víctimas con sus manos desnudas y a dentelladas, las desnudaba y les quitaba todas sus pertenencias y ropas para venderlas luego y sacar un rendimiento. Luego comía de los cadáveres. Informaba a los familiares de que la presentación había ido muy bien y falsificaba cartas de las mujeres en las que aseguraban que estaban muy bien y que estaban muy agradecidas al buhonero por haberlas recomendado. Sus dos primeras víctimas fueron Manuela Blanco, de 47 años, de un pueblo cercano, y su hija Petra, de 6 años, a quienes asesinó en 1846 (Anteriormente se sospechó de él en el asesinato de un alguacil cerca de Ponferrada, aunque nunca llegó a probarse). Manuela se había separado de su marido y quería empezar una nueva vida lejos del pueblo. La captó con la excusa de que le había encontrado trabajo en casa de un cura. También engañó y mató con la misma excusa a la hermana menor de Manuela, Benita, de 31 años, y a su hijo, Francisco, de 10 años. 

Sospecharon de él porque dos hermanos de las mujeres asesinadas se dieron cuenta que una mujer llevaba puestas prendas de las desaparecidas. Cuando se enteraron de que se las había vendido Romasanta le denunciaron a la Guardia Civil.

Fue procesado en 1852 y aunque en principio fue condenado a muerte, se le conmutó la pena por cadena perpetua. En el juicio declaró que se convertía en lobo y que por eso mataba y que solía atacar con otros dos hombres lobo, Antonio y Don Genaro. Este último tenía dificultades para conservar la forma de hombre lobo, pero en cambio era el más voraz.

Más tarde alegaría que lo que sufría no era una maldición sino una enfermedad. Además declaró recordar todo lo sucedido una vez transformado de nuevo en ser humano, lo que fue decisivo para su sentencia. La defensa del reo argumentó que no se podía probar un asesinato con una única confesión, aunque ésta fuera la del propio acusado. La sentencia llegaría el 6 de abril de 1853, cuando Romasanta contaba cuarenta y cuatro años: se consideró que ni estaba loco ni era idiota o maníaco, con lo que fue condenado a morir en el garrote vil y a pagar una multa de 1000 reales por víctima.

Un hipnólogo francés que había seguido el caso envió una carta al Ministro de Gracia y Justicia en la que expresaba sus dudas acerca de si Romasanta padecía o no licantropía. Aseguraba haber curado a otros pacientes con la hipnosis y pedía que, antes de ejecutarlo, le dejaran hipnotizarlo. También solicitó la intervención de la reina Isabel II, que a su vez pidió al Tribunal Supremo que revisase el caso. Tiempo después, Isabel II firmó una orden para liberar a Romasanta de la pena capital, reduciéndose ésta a la perpetua.

Durante el juicio le examinaron seis médicos, cuatro de medicina general y dos cirujanos, que concluyeron, pese a los esfuerzos de su abogado defensor para que le declararan loco, que “Manuel Blanco no es idiota, ni loco, ni monomaniático, ni imbécil y es probable que si fuera más estúpido no fuera tan malo. No hay en su cabeza ni en sus vísceras motivo físico que transforme el equilibrio moral, ni el más mínimo vestigio de haber perdido jamás la razón, pero sí la bondad”. 

Los estudios actuales sobre los casos de licantropía se inclinan a pensar que son esquizofrénicos paranoides que tienen delirios en los que creen que se transforman en hombres lobo. En aquella época, el siglo XIX, y en el ambiente rural gallego, lleno de supersticiones y creencias mágicas, se le concedió a Romasanta el beneficio de la duda y su causa se llamaba oficialmente "Causa 1788, del hombre lobo".


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viernes, 4 de mayo de 2012

Zombis en Haití


Al respecto del vudú y la santería, (que son temas que hoy tocaré por encima) es mi deber hacer la aclaración que este es un campo que debe ser tratado con delicadeza y prudencia. Demonólogos católicos muy reconocidos, como el P. José Antonio Fortea argumentan que la Santería, en especial la Afro- cubana es una puerta hacia el mundo demoníaco, que es mejor no frecuentar, pues tarde o temprano, más temprano que tarde, pueden presentarse casos reales de posesión diabólica.

El vudú es una variante del animismo o creencia de que los espíritus viven en los objetos y en las personas. Su expresión más impactante son los zombies.

Un zombi (en ocasiones escrito erróneamente con la grafía inglesa zombie) es, originalmente, una figura legendaria propia de las regiones donde se practica el culto vudú. Se trataría de un muerto resucitado por medios mágicos por un hechicero para convertirlo en su esclavo. Por extensión, ha pasado a la literatura fantástica como sinónimo de muerto viviente y al lenguaje común para designar en sentido figurado a quien hace las cosas mecánicamente como si estuviera privado de voluntad.

De acuerdo con la creencia, un houngan, bokor o hechicero vudú sería capaz, mediante un ritual, de resucitar a un muerto, que quedaría sin embargo sometido en adelante a la voluntad de la persona que le devuelve a la vida. Estos muertos vivientes son llamados zombis. La palabra podría tener relación con el nombre de una serpiente divina que es objeto de culto en las regiones de lenguas níger-congo (también adorada en el vudú bajo el nombre de Damballa), y que está emparentada con el término kikongo nzambi, que significa dios.

En 1937 la folclorista estadounidense Zora Neale Hurston conoció en Haití el caso de Felicia Félix-Mentor, fallecida y enterrada en 1907 y a quien, sin embargo, muchos lugareños aseguraban haber visto viva treinta años después convertida en zombi. Hurston se interesó por rumores que afirmaban que los zombis existían realmente aunque no eran muertos vivientes sino personas sometidas a drogas psicoactivas que les privaban de voluntad. Sin embargo, no pudo encontrar datos que fueran más allá del mero rumor. 


Varias décadas más tarde, en 1982, el etnobotánico canadiense Wade Davis viajó a Haití para estudiar lo que pudiera haber de verdad en la leyenda de los zombis y llegó a la conclusión —publicada en dos libros:The Serpent and the Rainbow (1985) y Passage of Darkness: The Ethnobiology of the Haitian Zombie (1988)— de que se podía convertir a alguien en zombi mediante el uso de dos sustancias en polvo. Con la primera, llamada coup de poudre (en francés, literalmente, «golpe de polvo», un juego de palabras con coup de foudre, que significa «golpe de rayo» y también «flechazo» amoroso), se induciría a la víctima a un estado de muerte aparente. Sus parientes y amigos la darían por muerta y la enterrarían, y poco después sería desenterrada y revivida por el hechicero. En ese momento entrarían en acción los segundos polvos, una sustancia psicoactiva capaz de anular la voluntad de la víctima.

El ingrediente principal de la primera sustancia, el coup de poudre, sería la tetrodotoxina (TTX), una toxina que se encuentra en el pez globo, que habita las costas del Japón y el Mar Caribe. La TTX, administrada en una dosis semiletal (LD50 de 1 mg), es capaz de crear un estado de muerte aparente durante varios días, en los cuales el sujeto sigue consciente a pesar de todo. Otras fuentes hablan del uso del estramonio odatura, que en Haití se llama concombre zombi, esto es, «pepino zombi». Según la creencia popular, la ingestión de sal liberaría al zombi de los efectos de la droga.



Davis popularizó también la historia de Clairvius Narcisse, un hombre que aseguraba haber sido víctima de esta práctica y haber vivido como esclavo zombi en una plantación durante dos años.

La creencia popular dice que en Haití está extendida la práctica de zombificación, aunque los científicos dicen que no hay pruebas contundentes de esto.

El vudú tuvo su origen en África, pero con el mercado de esclavos hacía América llegó a Haití. Aunque oficialmente, los colonizadores prohibieron su práctica, ésta siempre se mantuvo en secreto.

En el siglo XX, el dictador Duvalier convirtió el vudú en la religión oficial de Haití, valiéndose de ella para amedrantar y someter al pueblo. Según las creencias, el que conoce el arte del vudú se comunica con los espíritus o loas, adquiriendo el poder para resucitar a los muertos y controlarlos (los zombis). Según esta religión existen dos tipos de zombi: el alma sin cuerpo y los cuerpos sin alma. Los practicantes de la magia negra pueden apoderarse del alma de las personas y transformarlos en muertos vivientes.


De acuerdo con esta religión un hechicero vudú, bokor o houngan es capaz mediante un ritual de resucitar a un muerto, el precio que pagaría éste sería el sometimiento de su voluntad a la persona que los devuelve al mundo de los vivos. Indepedientemente de estas creencias, muchos científicos se sintieron intrigados por este fenómeno y lo estudiaron.

El proceso de zombificación comienza con la elección de la víctima, a la que se decide someter. Una vez elegida, se le administran unos polvos en la bebida, sin que ella lo sepa. El ingrediente principal de estos polvos es la tetratoxina, sustancia que se extrae del pez globo, que habita las costas del Caribe y del Japón. La tetratoxina, un bloqueante neuromuscular, administrado a dosis semiletal, es decir inferior a un miligramo, es capaz de crear un estado de muerte aparente durante varios días, en los cuales el individuo sigue consciente a pesar de todo.

Sus familiares y amigos lo darían por muerto y lo enterrarían. Poco después del entierro, el hechicero procedería a desenterrarlo y a esperar que el organismo eliminara parte de esta sustancia tóxica. Cuando las constantes vitales se fueran normalizando, se administraría una segunda sustancia, esta vez una droga psicoactiva, del género del estramonio o datura. De esta forma se anula la voluntad de la persona y se la utiliza para trabajar en las plantaciones, robar o matar.

En el Haití actual y, pese a estar prohibida esta práctica, casi todos temen la posibilidad de que sus parientes fallecidos sean transformados en muertos ambulantes. Así, en las zonas rurales, los campesinos gastan sus escasos recursos para recubrir con pesadas losas las tumbas de sus parientes. También excavan las tumbas cerca de carreteras o caminos, para que los hechiceros,por miedo a ser descubiertos, no puedan llevar a cabo su cometido. En otras ocasiones, la familia del muerto vela la tumba durante noches seguidas hasta que el cuerpo se descompone y ya no pueda ser zombificado. En otras zonas, los muertos son enterrados en los patios de las casas para poderlos cuidar.

Los más temerosos toman medidas más drásticas para impedir que sus muertos ingresen en el oscuro mundo de los zombis; inyectan veneno en el cuerpo o sal, lo mutilan con un cuchillo, le rompen la cabeza. Una medida menos drástica consiste en colocar en la tumba agujas y carretes de hilo así como gran cantidad de semillas de sésamo; basándose en la creencia de que el espíritu del muerto estará entretenido enhebrando las agujas y contando las semillas y no escuchará la voz que le ordene salir de la tumba. Otra medida consiste en poner un cuchillo en las manos del muerto para que pueda defenderse.


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miércoles, 2 de mayo de 2012

Belcebú

Hoy hablaremos de un personaje demoníaco recurrente en la historia, conocido mayoritariamente como Belcebú o Belzebúl.


Belcebú o Beelzebub, derivado de Baal Zebub o más propiamente Ba‘al Z'vûv, (en hebreo בעל זבוב, con muchas ligeras variantes), era el nombre de una divinidad filistea Baal Sebaoth (Deidad de los ejércitos) en hebreo. Adorada en épocas bíblicas en la ciudad filistea de Ecrón; la cual posteriormente sería asimilada a la tradición cristiana.



Se cree que Belcebú o Beelzebub deriva etimológicamente de "Ba'al Zvuv" que significa "El Señor de las Moscas". Por otro lado el nombre Beelzebub era usado por los hebreos como una forma de burla hacia los adoradores de Baal, debido a que en sus templos, la carne de los sacrificios se dejaba pudrir, por lo que estos lugares estaban infestado de moscas.



Sin embargo, la palabra que compone este nombre suena en hebreo tsebal, morada, especialmente en el sentido de la Gran Morada, los infiernos, y en boca del pueblo se confundió con tsebub,mosca. Y pasó este imponente nombre de "Señor de la Gran Morada" o "Señor del Abismo" a "Señor de las Moscas", que es la traducción que suele darse en los textos evangélicos.



Belcebú en sus formas alegóricas toma a veces una apariencia colosal; de rostro hinchado, coronado con una cinta de fuego, cornudo negro y amenazante, peludo y con alas de murciélago.



En la literatura cristiana se empleó para designar al Príncipe de los demonios, de acuerdo a la antigua costumbre hebrea de representar deidades ajenas en forma maligna.



El escritor inglés y premio Nobel de literatura en 1983, William Golding, escribió una excepcional novela alegórica de la condición del hombre. La novela se titula Lord of the flies, es decir El señor de las moscas (epíteto de Belcebú). En la novela se le representa mediante la cabeza de un jabalí, clavada en una pica en un claro de un bosque, y cortejada por miles de moscas que revolotean a su alrededor mientras se va pudriendo.



En el relato bíblico el demonio asume diversos nombres, que corresponden a distintas manifestaciones de su maldad y de las tentaciones de pecado que nos ofrece incesantemente. Sin embargo originalmente, en la tradición judeocristiana existen desde el demonio del dinero, Mammón, hasta el que produce olores fétidos, Belial. Es frecuente que a Belcebú se lo denomine Satanás, y también Lucifer, y tantos otros nombres y especializaciones en el mal como creó, con fines didácticos, la imaginación de los predicadores. Pero en un diccionario sobre demonología podremos comprobar que son distintos demonios. Este semidios raramente vagaba por la tierra; siempre se mantuvo distante. Se dice que en su templo, violaba menores que eran traídas por esclavos. En este sentido, también hay tradiciones que indican que Lucifer, Satanás y Belcebú conforman el triunvirato que gobierna al infierno y sus legiones.



Espero que haya sido de tu interés mi post...