La Lola es el nombre de un personaje femenino de una leyenda característica del norte de Chile, aunque también se encuentra presente en menor medida en las regiones centrales.
El mito cuenta la historia de una mujer bellísima llamada Dolores, que vivía en el norte de Chile; y que era deseada por la mayoría de los hombres, quienes la llamaban "Lola". Ella tenía un padre que vivía para cuidar a su hija y distanciarla de sus enamorados, a la espera de que llegara el hombre indicado para ella. Sin embargo un día conoció a un joven y pobre minero del cual se enamoró perdidamente; y como sabía que su padre no lo aceptaría, decidió irse de su casa y escaparse con aquel hombre para casarse con él.
Al poco tiempo, se unieron a un grupo de mineros que caminaba tras la búsqueda de una veta del apreciado oro o plata, y es así como el matrimonio encuentra la riqueza y comienza la faena. Todo parecía que iba a ser pura felicidad en sus vidas, pero el hombre que ella quería realmente no la amaba, y ya no era un esposo dedicado a ella; debido a que el minero, con la riqueza que obtenía, solo se dedicaba a conquistar otras mujeres.
Sin embargo, al poco tiempo lo vio besándose con otra mujer. Enfurecida por el engaño y los celos, esperó al minero en su hogar, y lo mató con un puñal. Después huyó a los cerros dando gritos y alaridos arrepentida de lo que había hecho. Al tiempo, regresó al poblado donde vivía, víctima de la locura, solo sabiendo reír y murmurando que los habían asaltado y que asesinaron a su marido.
Enloquecida, posteriormente fue en búsqueda del cadáver que estaba en un ataúd negro, y huyó a los cerros con él, tratando de encontrar al criminal de su esposo (que realmente no era nadie más que ella). Es así como comenzó a vagar por las altas cimas de la cordillera y por los faldeos; hambrienta, descalza, desgreñada; Siempre con el deseo de venganza contra el criminal de su amado esposo, hasta el fin de sus días. Pero como obviamente nunca encontraría a ese criminal, luego de morir en los cerros, su alma no pudo encontrar descanso, y desde entonces su espíritu vengativo recorre los cerros y las minas; y sus correrías la hacen ser conocedora de los sitios donde se encuentra el preciado metal.
Desde aquel día se afirma que en algunas noches los hombres que andan en los cerros norteños escuchan una voz que los llama por su nombre, y una vez que llegan al lugar de donde viene el sonido ven a una mujer pálida y extraordinariamente bella que viste de blanco y que anda arrastrando un ataúd oscuro. Desde aquel momento, el hombre que la sigue está prácticamente perdido, ya que lo asesinaría al confundirlo con el asesino que está buscando.
Los mineros igualmente dicen que "La Lola" transita por las galerías abandonadas, acompañada del ataúd negro de su esposo. Por ello se dice que los Mineros que han encontrado la muerte repentina en alguna de estas galerías, es seguro que murieron de terror ante la presencia fantasmagórica de La Lola. Pero para los mineros buscadores de una veta, "La Lola" convierte la venganza en una piedad, al anunciar a los buscadores la proximidad del tesoro, pero no para que lo hagan aflorar, sino para que se alejen del lugar; porque cuando se encuentra la veta, la muerte se acerca en la vida del minero.